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Despierto en el albergue con un fuerte viento en el campo... Salgo del albergue y las nubes estan densas y el viento es cálido. Son la 8:30 de la mañana.
Un caballero me ve salir del albergue:
- ¿Va a Santiago?
- Si
- ¿Y piensa llegar este año?
- Eso espero...
- ¿Y viaja solo?
- Si
- ¿Y no se aburre?
Yo río... No, no me aburro viajando solo.
Uno sospecha que los locales se manejan con el clima asturiano. Miro el cielo y pregunto: ¿Irá a llover?
-Es una posibilidad- me responde.
No es la primera vez que me responden eso. Así es el clima en Asturias, y habrá que acostumbrarse.
Paso a despedirme de don Severino (el encargado del albergue), y encamino de vuelta al Santuario del Fresno para retomar la ruta. Llevo mi montón de damascos secos (acá les llaman "orejones") en el bolsillo de la chaqueta. Uno que otro a la boca de vez en cuando, y listos.
El Santuario quedaba más cerca de lo que recordaba. Unas campanadas saludan el día y comienzo a bajar.
La pendiente es suave, y de cuando en cuando comparto el sendero con un un camino rural de tierra. Hay partes que se abren con sacados de retroexcavadora, como para ampliar el camino. En una de las partes del sendero más humano, hay una fuente y un puente, La Meredal. El puente es del siglo XVII, y ya se ve muy viejo (pese a que está restaurado hace poco). El camino continúa en descenso. A veces pasa algún vehículo a mi lado. Me voy acercando a la carretera, la cruzo, y me encamino al ueblo de San Marcelo. Aquí hay pueblos de tres casas, separados por 500 metros de otro pueblo de tres casas. Este no cae en esa categoría... Es una calle larga, con construcciones antiguas... Algunas abandonadas casi cayéndose en ruinas. Un gato me espera en la entrada del pueblo, y huye a mi paso. Hay flores siemprevivas lantadas en la vereda de la calle. Hace años que no veía una. Unos orejones más a la boca, y el camino continua.
Saliendo de San Marcelo, el camino se cierra y se vuelve boscoso. Dos o tres casas anuncian que estoy en el poblado de La Reaz. Habría pasado desapercibido que era un pueblo si no fuera por la fuente de la cual bebí, y que tenía su nombre en un letrerito. Eso fue la Reaz. Entra completamente en la definición de pueblo de tres casas... Un par de orejones, y a seguir.
Llegando a La Doriga me detengo en la Iglesia de Santa Eulalia (S. XII). Viendo su arco, veo pasar al primer peregrino además de mí. O es francés o es alemán o algo así. Ni mira la Iglesia. Lo saludo, saluda, y sigue su caminar.
Llego a la carretera y siguiendo la dirección que me señala una señora (hay pocas vieiras) ya diviso Cornellana. Un pueblo urbanizado, con carretera y todo eso. Vuelven a aparecer las Vieiras y me desvío hacia el Monasterio. En el camino vuelvo a encontrarme con el peregrino francés (resultó ser francés). Lleva 50 días caminando desde Cornualles.
Llega al monasterio, lo ve de lejos, y apura el paso. De más que si lleva 50 días no quiere ver mas cosas, y sólo quiere llegar. Este es mi segundo día, así que me detengo. Tiempo no me falta...
El monasterio es impresionante. Muy sólido, como si fuera algo demasiado real. Sus orígenes son del S XI, del que solo queda un arco prerrománico con la imagen de una osa amamantando a una niña. Esa imagen me impresiona. Por desgracia el arco original está detrás de la reja del albergue, que a esta hora está cerrado, y puedo verlo sólo de lejos..
Me alejo del monasterio, y encamino a Cornellana, donde hay señal wifi gratis gracias a un bar que está cerrado por vacaciones.
Luego de conectarme brevemente con el mundo, me echo algunos orejones más a la boca, continúo camino a Salas.
El camino continúa tranquilo. Un sector sin señalización que va por la carretera y que pasa por una capilla muy destruída, pero bella.
Le pregunto a la señora que vive frente a la capilla si sabe de qué fecha es.
- No, no sé, pero es vieja.
- Está muy bonita, le digo.
- Está muy destruída- me corrige, y me doy cuenta de mi deformación profesional con las cosas viejas. - pero sí, es guapa. -termina.
En España los objetos y lugares también pueden ser guapos.
La señora me da indicaciones para llegar al soguiente tramo del camino fuera de la carretera, ya que desde Cornellana no hay ninguna indicación. Un poco mas adelante por la carretera aparecen las vieiras y encamino hacia distintos pueblos pequeñitos.
Dos francesas (o alemanas o danesas, o algún idioma de esos) me cruzan en un descanso del camino. Las vuelvo a cruzar en Llamas, donde están almorzando. No las volveré a pillar.
Pasando quintana paso un puente del S. XVII, y luego a Casazorriza.
Una casa tiene un azulejo de Santiago Peregrino. Le saco una foto, y también a la ventana de una casona que está al lado. Hay ventanas, puertas y portales muy hermosos en estos lados.
El camino a Salas se convierte en un sendero amgosto entre árboles, luego jn par dd casas viejas, para dar paso a pavimento, casas max nuevas y el pueblo urbanizado como tal.
El albergue de Salas tiene solo 2 años y es muy cómodo. Tiene dichas, dos baños, dos habitaciones con camarotes, sala y comedor. No tiene cocina. Llego justo a tiempo cuando los orejones que me comí en el camino comienzan a hacer su efecto digestivo.
Mañana menos orejones, es la moraleja del día.
Pasado el "evento orejones", paso a almorzar donde pedí las llaves ell albergue. Acompañado de la serie "Bones" en "ezpañol caztizo" (raaaaaro), almuerzo una sopa, pinchos de cerdo (brochetas), y requesón de postre (queso fresco batido con crema, y salsa de miel).
Salas tiene una iglesia antigua y un castillo medieval. Por desgracia está todo cerrado, incluyendo el museo prerrománico que quería conocer. Buena suerte en el clima, mala suerte en la visita cultural.
De vuelta al albergue, la chica que me dejó las llaves me anuncia que tengo compañía. Hay otra persona haciendo el camino.
Cuando estoy revisando mapas, entra Yurena, que tiene un acento caribeño, entre venezolano y colombiano. Ni una cosa ni otra, me dice que es de Canarias. Partió hoy mismo desde el albergue de El Escamplero, así que caminó todo Grau, y el resto. Está fundida, y dice no saber cómo lo logró.
Charlamos un rato, y decidimos partir juntos mañana.
- comments
Jose sigues de orejones, ja,ja, supongo te llegara el comentario, estas cosas modernas no me gustan mucho. la abuela beatriz llegó hoy a santiago estara con nosotros una semana. te abraza tu padre y te desea un buan viaje, si pudieras alcanzar un mapoa para ubicarme donde crestas estás, se que estas en Asturias, pero el detalle quisiera saber, algo me ubico con el Cantar del Mio Cid Campeador, no cacho si el comentario es solo para ti o será colectivo, abrazos y buena suerte Nov 18, 2011