

London, UK
Pasar por los aeropuertos es siempre un stress. Las filas del equipaje de mano, y el paso por el detector de metales. Las normas ridículas impuestas por la paranoia gringa llegan a contradicciones tan fatales como que es peligroso llevar en la cabina una botella de agua mineral plástica, pero no una botella de vidrio del dutty free. Ahora obligan a sacarse las botas a quienes andan con botas. Y el PC debe pasar por separado. Y a uno, criado medio en el terror a...