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¿Qué mejor manera de empezar este blog de viajes que con mis últimas vacaciones? Pensando a qué lugar de Europa me gustaría ir casi al momento me salió Austria. Allí, Viena es de visita obligada, no deja de ser la capital imperial.
ANTES DEL VIAJE
Como en todo viaje, lo primero esla planificación. ¿Cómo voy a viajar? ¿Cuánto tiempo voy a estar? y ¿Dónde me voy a alojar? Internet nos ha facilitado esto mucho. Los vuelos se encuentran fácilmente y lo mismo pasa con el alojamiento. Una vez tenemos los vuelos (mejor comprarlos en las webs de las compañías, que cuando hay ofertas salen más baratos que en los buscadores de vuelos baratos), el siguiente paso es el alojamiento. El hotel es caro, yo recomiendo el hostal y para encontrar uno lo mejor es www.hostelworld.com. Por menos de 20 euros se puede dormir y desayunar, al fin y al cabo ¿para qué pagar más si en la habitación vamos a estar lo justo? Por lo general, en los hostales se comparte el cuarto de baño y se puede dormir en habitaciones de hasta ocho personas. A los que no les convenza eso de compartir, no tienen por qué olvidarse de la opción del hostal por completo porque hay muchos que ofrecen habitaciones dobles.Algo muy importante que hay que planificar muy bien es qué se quiere ver en el lugar al que viajamos. Para ello, nada mejor que una guía, búsqueda de información en Internet o hacer que las oficinas de turismo nos envíen folletos a casa. Desde sus páginas oficiales también se pueden descargar. Y digo esto, porque dependiendo de lo que se quiera ver, se puede dedicar más o menos tiempo a las visitas o saltarse algnas que no resulten demasiado interesante. Por muchso días que se esté en un lugar es bastante difícil ver todo lo que tiene de interés. Tampoco hay que olvidarse de informarse sobre la moneda del país, el idioma, el tipo de enchufes y cosas por el estilo, no nos vayamos después a llevar una sorpresa.
VIENA
1.Llegada:
En el caso que nos ocupa, Viena, desde España Iberia tiene vuelos diarios desde Madrid. Si nuestra ciudad de origen, como es mi caso, no es la capital, pues con la misma compañía nos cogemos un vuelo de enlace y sólo tenemos que facturar una vez. Además, nos dan los dos billetes a la vez, con lo cuál todo es más rápido.
El trayectoMadrid-Viena dura aproximadamente tres horas. En el aeropuerto está todo bastante bien indicado, así que es fácil llegar hasta la zona de recogida de equipajes. Una vez con la maleta en la mano, lo mejor es fijarse en el stand que hay justo a la izquierda de la puerta de salida. Es el de la Vienna Card (wien.info/article.asp?IDArticle=6050), algo indispensable para ver la ciudad. Por 18'50 euros se puede viajar durante 72 horas (4 días en realidad) en el transporte público (metro, tranvía, trolebús, autobús) además de conseguir descuentos en las principales atracciones. En la tarjeta sólo hay que poner la fecha y validarla la primera vez que se utilice en el transporte. Eso sí, si se tiene un carnet de estudiante, da igual que no sea el internacional, hacen descuentos mayores.
2.Del aeropuerto a la ciudad:
Hay varias formas de llegar desde el aeropuerto a la ciudad. La más rápida, pero también las más cara es el CAT (www.cityairporttrain.com//langen), un rápido tren que se coge en la propia Terminal y que llega hasta la estación de Wien-Mitte en 16 minutos. El precio es de 8 euros, 15 si se coge ida y vuelta. Los tickets pueden comprarse en las máquinas de la zona de recogida de equipajes.
La opción más barata es el S-Bahn o tren de cercanías. Sale cada hora del aeropuerto aproximadamente y también llega a Wien-Mitte, donde se puede enlazar con otro tren o con el metro. El viaje cuesta menos de 5 euros. La más cómoda probablemente sea la que elegí yo.
La del autobús del aeropuerto. Nada más salir de la Terminal se encuentra la parada. El número 1187 sale cada 20 minutos en dirección Südbanhof y Westbanhof. El billete cuesta 6 euros, 5 con la Viena Card, y 11 si se elige la opción ida y vuelta. Desde Westbanhof, una estación tanto de tren como de metro tranvía con mucho movimiento, se llega a cualquier parte de la ciudad.Para información sobre horarios de estos medios de transporte, se puede visitar la web www.oebb.at/en/index.jsp. Y sobre el aeropuerto www.viennaairport.com.
3. Alojamiento:
Ya he comentado la opción de buscar un hostal barato en la página web de Hostel World. Por cómo programé mi viaje, dormí en dos hostales diferentes de la misma cadena: en los Wombat's (www.wombats.at). Tienen varias opciones de dormitorio y su precio es barato. El desayuno no está incluido, si se quiere cuesta 3'50 euros y basta con pedir un ticket por la mañana en recepción. Incluye varias clases de pan, embutido, patés, mantequilla de cacahuete, café, leche, té, cereales, mantequilla, mermelada y fruta.
El Wombat's: The Base está a sólo 8 minutos de Westbanhof, mientras que el Wombat's: The Lounge está a dos. Muy cercana está la calle comercial principal Mariahilfer Strasse.
4. Cómo moverse por la ciudad:
Investigando y leyendo un poco se puede llegar a la conclusión de que se puede recorrer Viena a pie. Esto es completamente falso. Cierto es que el centro, la zona del Hofburg, se puede ver a pie. Desde allí es fácil llegar hasta la zona del Ayuntamiento y Museo y Stephansdom. Pero para no llevarse sorpresas, es mejor ir con la idea de que la Viena Card o el pase de transportes son necesarios.El transporte público en Viena es muy bueno. Hay metro, autobuses y tranvías que pasan frecuentemente. Toda la información sobre estos medios, con los planos de las líneas y las clases de tickets se puede ver en www.wienerlinien.at.
5. ¿Qué ver?:
Viena es una ciudad grande. Tiene 23 distritos pero no en todos hay cosas interesantes. Según la Guía Visual del País Aguilar (la mejor del mercado para cualquier lugar), por la que yo me guié, podemos dividir Viena en siete zonas más las afueras. A continuación voy a enumerarlas y a poner lo más destacado de cada una de ellas:
-Distrito Stephansdom:
Se llega a través de la línea U3 del metro. Parada Stephansplatz.
El símbolo de la ciudad, la Catedral de Stephansdom, está en este distrito. La catedral (actualmente en obras) es un bonito edificio en el que destacan la entrada principal o Puerta de los Gigantes. A la derecha, cubierto por una plaza de metacrilato o plástico, está grabado en la fachada el número 05, el de la resistencia austriaca. A la izquierda hay una especie de barras de hierro con el que antiguamente la gente podía medir las telas para saber si les habían engañado. La Catedral se puede visitar, pero para verlo todo, incluso para subir a sus torres, ha que pagar. Merece la pena dar una vuelta rodeando el edificio y fijarse en el techo de azulejos desde una de las calles adyacentes de la derecha.
Justo enfrente de la Catedral se encuentra la Hass Haus, un moderno edificio que en su día creó controversia por el contraste que hacía con los edificios adyacentes. No hay que dejar de fijarse en sus ventanas, porque en ellas se ven bonitos reflejos de Stephansdom y de otros edificios.
Quien esté muy interesado en Mozart encontrará en el distrito la Figarohaus , una de las muchas casas en las que el compositor vivió con su familia. En el museo no hay demasiadas cosas, eso es lo que dicen porque no me gasté el dinero en entrar.
Stephansdom es un buen lugar para perderse, en sus calles hay muchas tiendas de souvenirs, cafeterías, librerías, supermercados o incluso puestos de salchichas (y alguna que otra especialidad) y de helados (en verano). En Hoher Markt está el Reloj Anker, en el que cada hora sale una figura diferente. La mejor hora para verlo son las 12 de mediodía porque salen todas las figuras. La procesión dura unos 1 minutos pero merece la pena. La zona y sus calles adyacentes son bien bonitas, además.
Cerca está el Barrio Judío que cuenta con la plaza interior más bonita que he visto nunca, Judenplatz, y he viajado bastante. En el centro de la plaza está elMemorial Rachel Whiteread, un monumento, o masa de cemento que es lo que es, para recordar a las víctimas austriacas del holocausto. También merece la pena "perderse" por Am Hof, la plaza interior más grande de la ciudad en la que hay bonitos edificios, la iglesia Kirche am Hof, con pequeñas tiendas de relojes pegadas a la fachada trasera, y con un mercado de rarezas y antigüedades.
Hablando de iglesias, en Viena hay un montón. No las ví todas, claro, pero las que entré me parecieron bonitas. Merece la pena dedicarles cinco minutos. Además, la entrada es libre (salvo excepciones) y son un buen lugar para descansar un rato y mirar la guía.
En Stephansdom está también la Musikhaus o Casa de la Música,un museo didáctico que no merece la pena más que por la posibilidad de dirigir a la Filarmónica de Viena en un simulador y por componer un sinfonía tirando unos dados. Un consejo, mejor ahorrarse los 8'50 euros de la entrada (reducida).
-Distrito del Hofburg:
Se llega en la línea U3 del metro, parada Herrengasse.
De lo más bonito de Viena. Su símbolo es el palacio. Éste alberga los Aposentos Imperiales, la Cámara de la Platería de la Corte y el Museo Sissi. Lo mejor es hacerse con un ticket combinado. El Ticket Sissi cuesta 20 euros con la Viena Card y además de lo mencionado, se puede acceder al Palacio de Schönnbrun y a la Colección Imperial de Muebles y merece la pena ver todo esto.
El palacio del Hofburg ocupa una extensa zona que está llena de plazas, monumentos e iglesias. Así, en Josefsplatz, mirando de frente a la estatua a caballo de José II, encontramos a la izquierda la iglesia Augustinerkirche, cuya entrada engaña por lo extraña que resulta, pero cuyo interior merece la pena ver. De frente está otro edificio cuyo exterior engaña pero que guarda una joya en su interior, la Prunksaal, la Sala de Ceremonias de la Biblioteca Nacional que es de visita obligada porque es muy bonita y tiene unos frescos en los techos impresionantes. En la sala también hacen exposiciones, cuando fui había una exposición sobre el crimen.
Cerca del palacio hay dos bonitos jardines, el Burggarten, donde está el monumento dedicado a Mozart, y el Volksgarten. Entre los dos se encuentra el Neue Burg, un edificio que alberga tres museos en uno y que merecen la pena ser visitados: El Museo Ephesos, en el que hay ruinas de la ciudad turca de Éfeso, el Sammlung Alter Musikinstrumente, es decir, el Museo de instrumentos antiguos, y el Hofjagd und Rüstkammer, o lo que es lo mismo, la impresionante Colección de Armas.
En este distrito también está la iglesia Kapuzinerkirche que cuenta con la Kapuzinergruft, que es la cripta imperial en la que están las tumbas de los Habsburgo: MaríaTeresa, Francisco I, Carlos VI, Francisco José y Elisabeth (Sissi) junto a su hijo Rodolfo, Zita…
Bajando por la calle Graben, encontramos la famosa Pestsäule o Columna de la Peste y la plaza Stock-im-Eisen, en la que dentro de una vitrina pegada a la fachada del bonito edificio negro de la derecha, sede de un banco si no recuerdo mal, hay un tronco de árbol con clavos que rememora una de las leyendas más conocidas de la ciudad deViena. Un aprendiz de cerrajero clavó un clavo en un árbol que se decidió que no podía ser cortado, por lo que s guardó bajo llave con un candado que no se podía abrir. La ciudad no le pagó el candado al cerrajero que lo fabricó y éste se deshizo de la llave. Nadie pudo abrir el candado y eso que había una recompensa por ello, hasta que otro aprendiz de cerrajero creó una llave con la parte final torcida al revés y el candado se abrió. El tronco está lleno de clavos porque desde ese día todos los aprendices de cerrajeros que pasaban por delante, clavaron un clavo.
¿Qué más podemos encontrar en Hofburg? Pues la Escuela de invierno de Equitación o el museo de arte Albertina, pero tampoco los visité.
- Schottenring y Alsergrund:
Metro Schottentor, línea U2.
Lo más destacable de esta zona es la iglesia de Votivkirche con sus torres gemelas que pueden verse desde la distancia. La zona también incluye el Museo de Arte Moderno Josephinum (para el que le guste ese tipo de arte) y el de Freud.
-Distrito de Ayuntamiento y Museo:
Se llega a través de la línea U2 de metro, parada Rathaus.
El Ayuntamiento de Viena es un impresionante edificio situado en un parque y bien comunicado con metro y tranvía. Merece la pena dar una vuelta por los alrededores en los que hay muchos edificios bonitos.
No es de extrañar el nombre de Distrito de Museos porque aquí se encuentra el Museums Quartier, digamos que es como una plaza interior grande en la que hay varios museos de Arte Moderno. Justo enfrente hay unos jardines y en ellos dos edificios gemelos: el Kunsthistoriches, uno de los mejores museos de arte de Europa que cuenta con una muy interesante colección de pinturas, y el Museo de Historia Natural que aunque peca de demasiados animales disecados, es interesante. Además, en él se puede ver la famosa Venus de Willendorf.
Merece la pena visitar la iglesia Maria Treu Kirche, (¡ojo! que es difícil encontrar la salida) que tiene una bonita capilla con un belén.
- Ópera y Naschmarkt:
Lo mejor es llegar a través del tranvía.
Aquí encontramos la principal calle comercial de la ciudad, Mariahilfer Strasse, con comercios de toda clase. Lo más destacado tal vez sea la Colección Imperal de Muebles de la que ya he hablado antes. Ahora hay una exposición sobre "Sissi en el cine" y se pueden ver los muebles de verdad que utilizaron en las películas, o versiones libres sobre la emperatriz.Tampoco hay que olvidar la Staatsoper o Teatro de la Ópera (www.wiener-staatsoper.at/Content.Node2) que tuve la mala suerte de no poder ver por dentro porque se supone que abrían cada día pero justo cuando fui esaba cerrado. Hay visitas guiadas cada hora en varios idiomas y la entrada más interesante es la que incluye el acceso también al Museo de la Ópera.
-El Belvedere:
Hay varias opciones para legar. En Metro hasta Karlsplatz líneas U1, U2 y U4, en tranvía o en trolebús (marcados con la letra N).
En el Belvedere hay dos palacios que son museos. El Alto Belvedere cuenta con la colección de Gustav Klimt, el autor de la famosa obra "El Beso", y el Bajo Belvedere tiene obras de artistas austriacos. Los jardines que separan ambos son muy bonitos. También está eljardín botánico que no es nada del otro mundo.
En esta zona se encuentra la famosa plaza de Scharzenbergsplatz (su fuente es genial para mojarse en un día de calor, basta con acercarse y ya te has calado un poco), la iglesia Karlskirche (atención, se cobra entrada) y los pabellones de Karlsplatz.
-Las afueras:
No hay que dejar pasar la oportunidad de ver el bonito Palacio de Schönbrunn con sus jardines (en metro, parada Schönbrunn de la línea U4; en tranvía números 10 y 58). Es, para mí, junto con el Hofburg la zona más bonita de la ciudad. En los jardines encontramos el zoo, que no está mal y es barato entrar, especialmente si se adquiere la entrada combinada con la famosa Riesenrad o Noria del Prater (14,50 euros). Además es el jardín zoológico más antiguo de Europa.
De visita obligada también son la Hundertwasser y la Kunst haus, dos casas muy originales (metro Landstrasse, línea U3 o tranvías). Para los que quieran visitar un parque de atracciones histórico, que no se olviden del Prater en el que hay atracciones para toda la familia además de la ya mencionada Riesenrad con unas buenas vistas.
En el Donaupark está la Ciudad de la ONU y la Donauturm (www.donauturm.at/en/), una torre de más de 100 metros de altura desde la que se disfruta de unas muy buenas vistas. Se puede tomar algo en su cafetería o comer en su restaurante. También merece la pena darse una vuelta por el extenso parque.
Y por último, Grinzing, o el barrio, antes pueblo, de los Heurigen o tabernas en las que el vino sale de los barriles. Se llega en tranvía, es la última parada de la línea 38, y merece la pena dar una vuelta por allí.
OTRAS INFORMACIONES
-Idioma: Hablan en austriaco, que es como el alemán, pero no hay problemas con el inglés. La mayor parte de la gente lo entiende.
-Corriente: 220-230v.
-Hora: GMT+1.
-Fotografías: No se pueden sacar en todos los sitios. Está prohibido en los museos de Hofburg y en Schönbrunn. En los demás sitios no ponen pegas, ni tan siquiera en el Museo Bellas Artes, aunque en algunos no se puede usar el flash.
-Souvenirs: Hay que mirar bien antes de comprar, comparar precios es lo mejor porque en algunos sitios se pasan. En la estación de metro de Karlsplatz venden postales muy baratas, en Domgasse hay una tienda con souvenirs bastante asequibles y lo mismo en Hoher Markt. Frente a la Hunderwasser Haus hay una especie de centro de souvenirs con interesantes precios.
Se vende mucha porcelana y el chocolate es el rey, sobre todo en forma de bombones Mozart o de los Sissi. Mejor comprarlos en los supermercados, el precio varía mucho. Por lo demás, no faltan las camisetas, dedales, bolas de nieve, tazas, imanes y demás recuerdos que podemos encntrar en cualquier sitio. Aviso para "pateadores", en Austria los souvenirs son caros.
-Links de interés:
-wien.info.
-www.wien.gv.at
-homepage.univie.ac.at/horst.prillinger/metro/english/index.html
-http://www.citybikewien.at
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