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DIAS PREVIOS Y LOS PREPARATIVOS....
Imaginar tantos lugares, sentir que se esta lejos de casa, que ves algo distinto a tu entorno diario, pocas veces se te mezclan en la mente tantas buenas sensaciones y sobre todo, nunca sabemos cuan grandes son las metas que nos trazamos sino trabajamos por ellas, sino las buscamos y hacemos de ellas algo posible. Cruzar fronteras no esta solamente en la mente y estas no son mas que líneas imaginarias, basta tomar una mochila y embarcarse en la aventura, hacer un alto en el camino de nuestro día a día y darnos cuenta que podemos sentir los colores, las formas y los paisajes de nuestro hermoso continente, visitar parajes cargados de historia, magia, encanto, belleza y muchisima naturaleza......El mundo será siempre mas grande de lo que creemos y aunque un viaje no es suficiente para conocerlo bien; enriquecerse de todas las personas y lugares que estan en el camino es siempre la mayor recompensa, pues no es sinó a través de la experiencia que pretendo conocer, aprender y transmitir las aventuras de un viaje mochilero como este y a través de el, dejar un legado y buenas memorias para los demás.
A partir de este momento me limito a transcribir el diario elaborado nota a nota durante el recorrido que empezò el 1 de enero de 2007.
EL DIARIO
Enero 1: Parece que hubieran pasado mil años pero finalmente el día llegó, la tarde no podía estar mejor, el sol brillaba despidiéndonos de Medellín y siendo las 2:30 de la tarde el expreso bolivariano con destino a Ipiales partio con estos dos viajeros. el bus era cómodo y el servicio es bueno, recomendado para alguno que viaje en esta ruta.A las pocas horas de viaje ya tenía demasiado sueño y en un abrir y cerrar de ojos legamos a Cali pasadas las 10 de la noche, algo de comida y nos inaugurabamos en el uso de la pastillita para dormir.. esto apenas comienza... En las inmediaciones de Popayán el frio era mas que intenso y en Pasto nos sentíamos totalmente congelados aunque la recompensa eran los paisajes, eran como las 7:30 de la mañana de aquel 2 de enero y las montañas se vestían de un color verde encendido e iluminado por el sol y no puedo dejar de mencionar lo hermosa que es nuestra tierra de norte a sur.Iban siendo las 9 de la mañana cuando se escuchó una voz proveniente de la cabina del bolivariano -"pasajeros a Ipiales" y ahora si, el corazón me dió salto y de inmediato en mi mente se abrió la puerta de Suramérica. La terminal en Ipiales no es gran cosa pero la demora es poca, bajando del bus tomamos un taxi con rumbo al puente internacional Rumichaca donde allí incluso a veces piensas que a tus pies les van a salir raices y que te quedarás alli para siempre, pero la valla de lado a lado de la vía panamericana diciéndote "BIENVENIDOS A ECUADOR" te llena de paciencia.Allí el clima y la gente se combinan en un ambiente de viaje mientras muchos pasajeros confundidos buscan con afán las taquillas de migración del lado Colombiano para hacer todo el papeleo. La fila es larga y luego el sello en tu pasaporte indica la hora y el dia en que dejaste atrás tu tierra para explorar territorios nuevos. Al instante una caminada, cruzas el puente y de bienvenida al Ecuador un par de agentes de policía aduanera ecuatoriana nos abordan y nos conducen a una pequeña estación y luego a una habitación en donde nuestros equipajes son objeto de una minuciosa inspección, las preguntas vienen y van.... que porque, que para donde, con cuanto, donde quien y como si fuera poco, uno de esos policías Ecuatorianos nos piden dinero solo por portar un celular..... "Qué descaro!!!", pero bueno, parte del paseo es como diríamos, saliendo de allí ya en el lado Ecuatoriano una fila excesivamente larga y demorada para sellar tu pasaporte con la entrada a este país.Allí a que negarlo fueron amables y sin demora pusieron el sello y el agente de inmigración esbozó un "bienvenidos". Cuando salimos de allí tomamos un taxi que por algo mas de 2.000 pesos Colombianos habría de llevarnos hasta Tulcán la primera población del país vecino donde embarcaríamos hacia Quito la capital. En tulcán tomamos otro bus en la terminal donde nos bajó el taxista rumbo a Quito distante desde alli aproximadamente 5 horas.Cuando apenas llevabamos una media hora de viaje desde Tulcán el bus de una empresa regular se detiene subitamente y al tiempo sube un agente de policía y desde la puerta gritó: "pasajeros Colombianos por favor desciendan del vehiculo con su documentación y todo su equipaje"... Nos hablan a nosotros me dije y de nuevo mas preguntas, nos bajaron nuestros equipajes de la maleta del bus y lo vaciaron integro en una mesa a orillas de la carretera y hasta los zapatos nos hicieron quitar, luego que pudimos seguir, el viaje se puso mucho mas tranquilo, la vía en un excelente estado aunque no pueda decir lo mismo del bus, le cabían como un millon y medio de personas o al menos una cifra parecida le metieron...llegando a Quito el paisaje es digno de admirar y como a eso de las 6 de la tarde llegabamos a Quito, una ciudad grande, fría pero no menos bonita, eso sí, la terminal de transportes es fea, sucia y por comentarios que habíamos recibido, muy insegura, lo que indicaba que teniamos que abrazarnos al equipaje sin perderlo de vista 1 segundo. Luego una comida muy muy económica en un restaurante de la terminal y mas tarde otro autobus de la empresa panamericana por 5 dólares nos llevaba hacia Huaquillas en la frontera con Perú, nos esperaban 12 horas de camino, a esto sumemos las 18 de medellin a ipiales mas las 5 hasta Quito. El bus muy regular y totalmente lleno, sin aire acondicionado y como para rematar, 2 niños de descendencia oriental lloraron durante 10 horas de las 12 que duró el viaje; gracias a la pastilla para dormir y al ipod lo pudimos soportar.Durante el viaje el calor es infernal y muy nublado durante la mayor parte del trayecto lo que no permitía ademas de la oscuridad de la noche poder apreciar el paisaje, y a las 8 y algo de la mañana estabamos arribando al peor lugar con el que nos podíamos encontrar durante todo el recorrido, Huaquillas!. Cercano a Aguas verdes una localidad igualmente deprimente, Huaquillas es el puente internacional entre ambas naciones y esta repleto de vendedores ambulantes, raponeros, vendedores de pescado, de hecho esta localidad tiene un agradable olor a pescado todo el tiempo, es a orillas del mar y amenizan estas condiciones, una temperatura de 37 grados centígrados y un sol incandescente..... puede ser mejor?.Por doquier se te acercan vendedores ambulantes con seguras intenciones de robarte o cuando menos tumbarte y como si fuera poco, los puestos de control fronterizo quedan separados por al menos 4 kms, el calor intenso aunque no todo es tan malo porque si bien esta era la frontera a la que mas temíamos resultó ser en la que mejor trato recibimos .......... CONTINUARA EN PROXIMA PUBLICACIÓN "PERÚ"
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